El Proyecto pionero de la Municipalidad y PRODESAL busca reducir residuos en un 60% y capacita a agricultores para convertir basura orgánica en abono de alta calidad.
La comuna avanza firmemente en las prácticas de agricultura sostenible. Gracias al impulso de INDAP (Instituto de Desarrollo Agropecuario), la Municipalidad de Tiltil implementó una innovadora Unidad Demostrativa de Tecnologías Agroecológicas, enseñando a los usuarios de PRODESAL (Programa de Desarrollo Local), a crear su propio «oro negro» a partir de residuos, con la ayuda crucial de unas pequeñas y voraces aliadas: las lombrices californianas.
La iniciativa se enmarca en la fuerte ofensiva que INDAP ha implementado en los últimos años para fomentar la agroecología en los campos chilenos. Dentro de este contexto, el programa PRODESAL de Tiltil incluyó para la temporada 2025 una ambiciosa unidad demostrativa cuyo objetivo central es maximizar la fertilidad de los suelos sin recurrir a químicos. La actividad de lanzamiento fue liderada por la Coordinadora de PRODESAL, Soledad Donoso A., y el Ingeniero Agrónomo Rafael Pérez L., congregando a agricultores en el sector de Plazuela de Polpaico.
El proyecto consiste en el diseño, implementación y operación práctica de un sistema que permite la valorización completa de los desechos orgánicos generados en los predios. Mediante técnicas especializadas de compostaje, vermicompostaje (el arte de usar lombrices) y la elaboración del nutritivo «té de compost», se busca transformar lo que antes era basura en biofertilizantes líquidos y sólidos. La unidad no solo es productiva, sino que actúa como un centro educativo ambiental y productivo, apuntando a un triple impacto positivo.
Entre los objetivos específicos se proyecta una reducción de hasta el 60% de los residuos orgánicos que se generan en el sitio, disminuyendo así la carga ambiental. Además, se espera un aumento significativo en la producción de abonos de alta calidad para los huertos locales y una notoria mejora en la salud y fertilidad de la tierra agrícola, cimentando prácticas productivas verdaderamente sostenibles a largo plazo.
Con el fin de asegurar el pronto inicio de este círculo virtuoso de fertilización, cada asistente se llevó a casa un núcleo de lombrices rojas californianas, la cepa especialista en la producción de humus de alta concentración. Esto no solo promueve la autosuficiencia agrícola, sino que abre una potencial ventana de generación de ingresos para los agricultores mediante la futura venta de humus y té de compost producido en la propia comuna.









